
Las fracturas de los huesos de la cara ocasionan problemas tanto desde el punto de vista estético como funcional. La fractura del maxilar superior o de la mandíbula ocasiona una alteración entre la relación de los dientes superiores e inferiores (alteración de la oclusión dentaria) que puede acarrear serias complicaciones (dificultad para la masticación, dolores, problemas en la articulación temporo-mandibular...) si no se realiza una perfecta reducción y estabilización de la fractura.